En la exposición, base siempre del taller, podemos ver unos escritos de Ramón y Cajal (¡fijaos cuando vayáis!) llenos de colores y notas a pie de página. Reflexionando acerca de ello podemos llegar a la conclusión de que, aunque tienen un trabajo muy serio, los médicos también se aburren y son creativos a su manera. Tomando en cuenta bocetos del Nobel de Medicina (1906) Santiago Ramón y Cajal, se motiva a los participantes del taller a descontextualizar un texto médico y darle la forma que ellos quieran y puedan resolver en el momento.
Al igual que hacía Ramón y Cajal, planteamos un collage personalizado, una interpretación personal de la reproducción de una receta o un escrito. A través de la técnica del
collage los alumnos pueden utilizar objetos médicos, como las
revistas, las gasas o las tiritas, para componer una obra de arte a
partir de textos médicos antiguos.
Mesa preparada para el collage |
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